Ni en verano sin sopa, ni en invierno sin bota.

No me he vuelto loca no…

Ya se que fuera está cayendo una solana importante y que lo que nos apetece es gazpacho fresquito y ponernos a remojo en la piscina hasta que caiga el sol. Pero la receta de hoy es una crema  que se puede también tomar templada o fría tipo vichyssoise .

Yo la hago todo el año porque a la niña le encanta y me resulta una cena muy fácil de preparar. Además dependiendo de si tengo verdura por la nevera (calabacín o zanahoria) que se va a poner mala también se puede meter…aquí ya es el chip de madre el que habla y  me dice esa frase tan nuestra de «echa, echa que eso le alimenta» jajajaja

La calabaza es  muy rica en carotenos, por lo que es un alimento muy antioxidante que nos ayuda a la neutralización de los radicales libres de nuestro organismo. Además, tiene un bajo aporte de calorías y un alto contenido en agua y en fibra… Perfecta si además te estás cuidando la línea.

Ingredientes:

• 750 gr de calabaza
• 1 cebolla grandota
• 1 puerro
• Aceite de oliva o aceite de coco
• Leche de coco
• Pizca de Sal marina no refinada/ tratada o Sal Rosa del Himalaya
• Pipas de calabaza o de girasol tostadas
• Pizca de canela o nuez moscada

Manos a la obra:

Pelamos y cortamos la calabaza en dados más o menos del mismo tamaño para que la cocción sea uniforme. En una olla colocamos un fondo de aceite y pochamos la cebolla y el puerro hasta que estén blanditos y transparentes ( no sofreír).

Añadimos la calabaza en dados y rehogamos un par de minutos, cubrimos con agua filtrada, añadimos y dejamos cocinar a fuego medio/bajo hasta que la calabaza esté blandita.

Trituramos todo o lo pasamos por un pasapuré y le añadimos la sal, la canela o nuez moscada (según tengas el cuerpo ese día).

Por último antes de servir, pones unas dos cucharadas soperas de leche de coco y unas pipas tostadas (NO fritas de bolsa please!!)

Y Bon appétit!!